Piscina para nadar, piscina. Baño suave con fin terapéutico cuando se hace en aguas termales.
Palabra latina procedente del verbo NATO “para nadar”, preferentemente asociada a las termas higiénicas (Cels. 3,24,5).
En las termas higiénicas, solía situarse dentro del frigidarium, en la basilica thermarum o al aire libre en conexión con el frigidarium y con la palestra, generalmente sólo en grandes establecimientos (Nielsen 1990, 154). En el caso de los edificios salutíferos solía ser una piscina al aire libre de grandes dimensiones.
Su forma más característica es la rectangular, aunque también pueden tener forma oval o absidial. Su profundidad sería variable, aunque tendería a tener entre 1 y 2 m. de calado (Nielsen 1990, 154-155).
Se abastecía directamente de una fuente o canalización, y tenía un desagüe, cuya agua se solía aprovechar para limpiar las letrinas.
La natatio no contaría con sistemas de calefacción (HYPOCAUSTUM). Es un término raramente mencionado en las fuentes clásicas, utilizado en el caso de querer evitar la confusión con las pequeñas piscinas existentes en el frigidarium. Podría designar también la sala que contiene dicha natatio.